Dra Nerea Landa, dermatóloga. Desde que se produce el daño por efecto del sol hasta que el daño se hace visible, pueden transcurrir hasta 24 horas. Existen varios tipos de quemaduras. Los dos más comunes son quemaduras de primer grado y las quemaduras de segundo grado.
Las de primer grado causan enrojecimiento y sanan, de manera general, con descamación de la piel, en unos días. Éstas pueden ser dolorosas y se tratan mejor con baños de agua fría y cremas hidratantes o cremas de cortisona de venta en farmacias. Los medicamentos orales antiinflamatorios como el ibuprofeno pueden disminuir el dolor y el malestar asociados con las quemaduras solares”.
Las quemaduras de segundo grado con ampollas pueden ser consideradas una emergencia médica en caso de que una gran zona de la piel se vea afectada. No hay que romper las ampollas. Es conveniente aplicar una crema antibiótica y cubrir la quemadura con una gasa hasta que sanen.
Como ya he escrito en blogs anteriores, ningún fotoprotector puede paliar el efecto de la sobreexposición al sol. La mejor medida contra el cáncer es evitar el exceso de sol, usando ropa siempre que sea posible (camiseta de manga larga, sombrero de ala ancha y gafas de sol) y evitando en la medida de lo posible las horas centrales del día, en las que el ángulo de incidencia solar hace que lleguen mayor número de rayos a la superficie terrestre, especialmente en verano.

Dermatóloga de la clínica Dermitek.
Soy especialista en Dermatología y me formé en el Hospital de Cruces (Bizkaia) y en la Clínica Mayo (Estados Unidos) con el Dr. Richard Winkelman y el Dr. Brian Zelickson, entre otros. Soy miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología, fellow de la American Society for Laser Medicine and Surgery y soy miembro del Internacional Society of Hair Restoration Surgery.