Las manchas que justifican la preocupación médica, incluyen a aquellas que de repente cambian de tamaño, forma o color, las sangrantes, que pican o se vuelven dolorosas. Otras pueden requieren atención por razones sociales o estéticas. La inmensa mayoría de los lunares y las otras manchas explicadas en este apartado (léntigos, pecas, etc.) son benignos y difícilmente serán una amenaza para la salud de la persona que las tiene. Sin embargo, si una persona nota que un lunar no sigue el patrón esperado, lo más conveniente es consultar a un dermatólogo, quien puede determinar si el lunar es benigno o puede querer tomar una biopsia y estudiarlo al microscopio para asegurarse de ello.
Es muy aconsejable consultar al médico si alguno de los lunares o manchas oscuras presenta alguna de las siguientes características, sobre todo, si cambia de repente o rápidamente en el intervalo de unos meses a un año:
- Cambia de tamaño, forma o color.
- Tiene contornos o bordes irregulares.
- Tiene más de un color.
- Es asimétrico (si se divide el lunar por la mitad, las dos mitades son diferentes en tamaño o forma).
- Produce picazón.
- Supura, sangra o está ulcerado
Fuente: Clínica Dermitek