Unidad del dolor: Tratamiento de lesiones articulares y tendinosas que provocan dolor y limitan la movilidad

Es un procedimiento en el que utilizamos la ecografía para guiar en tiempo real una pequeña aguja hacia la zona afectada, como un tendón o una articulación, permitiendo administrar el tratamiento necesario exactamente en la diana del dolor. Muchos de los procedimientos se realizan con anestesia local en la zona de punción y trayecto recorrido por lo que son muy bien tolerados.

Muchos de los procedimientos se realizan con anestesia local en la zona de punción y trayecto recorrido, por lo que son muy bien tolerados. No hay incisiones ni puntos, la aguja que se emplea es más fina que las que se utilizan para una extracción sanguínea. Es un tratamiento que no precisa de cuidados posteriores específicos.

Estos procedimientos se practican con total asepsia de la zona a tratar y de los materiales empleados. Son seguros y mínimamente invasivos. La utilización de la ecografía como guía para su realización minimiza los posibles daños de estructuras adyacentes e incrementa claramente su efectividad al dirigir el tratamiento exactamente a la estructura dañada..

Por ejemplo, las tendinopatías, como la epicondilitis o codo de tenista, se tratan con tenotomía sobre el tendón afecto e infiltración  de anestésico y corticoide alrededor del tendón para reducir la inflamación y el dolor, y provocar la recuperación del tendón. En casos específicos, podemos utilizar terapia con plasma rico en plaquetas (PRP) para estimular la regeneración del tejido. Este procedimiento también dura alrededor de 15-20 minutos.

La tenosinovitis se puede tratar con drenaje del líquido acumulado e infiltración en la vaina del tendón. 

Para problemas como la tendinitis calcificante, aplicamos anestesia local en el área afectada para garantizar la comodidad del paciente. Luego, utilizando una aguja guiada por ecografía, dirigimos el tratamiento hacia la acumulación de calcio en el tendón del hombro y lo eliminamos cuidadosamente. Posteriormente se realiza infiltración en la bursa para reducir la inflamación. El procedimiento suele durar entre 15 y 20 minutos.

En el caso de los neuromas de Morton, realizamos neurotomía del nervio inflamado y posteriormente infiltramos, habitualmente  corticoide guiado por ecografía directamente en el neuroma, para aliviar el dolor y reducir su inflamación. Asimismo, para el tratamiento de los gangliones, llevamos a cabo una ecografía diagnóstica seguida de drenaje y la infiltración de corticoide y en ocasiones alcohol. 

Los bloqueos nerviosos, como la meralgia parestésica y los dolores neuropáticos, con infiltraciones eco-guiadas de anestésico local y corticoide.

Por último, las artropatías degenerativas dolorosas, como la rizartrosis, gonartrosis y coxartrosis, son diagnosticadas con ecografía y tratadas de acuerdo a la edad del paciente y el estado de las articulaciones: mayores de 70 años y con artrosis severa, con infiltración de anestésico local y corticoide, entre 50 y 70 años , o con artrosis moderadas con infiltración de ácido hialurónico, y menores de 50 años  o con artrosis incipientes con infiltración de PRP.

,En ocasiones estos tratamientos son un paso previo a una posible cirugía, reduciendo el número de intervenciones y con ello el riesgo a posibles complicaciones derivadas de esta. Tal es el caso de los gangliones, neuromas de morton…

En otros casos el objetivo es prolongar el tiempo de calidad de vida, con una movilidad razonable, sin dolor, como el caso de las artrosis, sobre todo en pacientes jóvenes, donde la cirugía temprana de colocación de prótesis condenaría al paciente a una segunda cirugía pasados 15 o 20 años de su colocación, que viene a ser la vida media de las prótesis. 

Y en otros casos, como las tendinopatías, su tratamiento percutáneo no solo es menos agresivo sino más efectivo que la cirugía convencional.