¿Qué es un lunar?
Los lunares pueden aparecer en cualquier lugar de la piel y todas las personas, independientemente de su color de piel, tienen lunares. Presentan generalmente un color pardo o castaño. Este color es debido a la presencia de células (melanocitos) que contienen el pigmento llamado melanina. Los lunares tienen una amplia variedad de formas y tamaños; pueden ser relativamente grandes y abultados, e incluso algunos pueden tener pelos.
¿Cómo son?
En un primer momento, los lunares son lisos y de un color marrón o negro, como una peca. Cuando los años avanzan, los lunares cambian lentamente; la mayoría se vuelven más abultados y de un color más claro, aunque algunos no cambian en absoluto. Algunos, en última instancia, se aclaran lentamente y desaparecen. En otros casos, los lunares se abultan como una verruga e incluso pueden desarrollar un pequeño tallo. Estos cambios son muy lentos, ya que el ciclo de vida de un lunar común es de alrededor de 50 años.
A veces los lunares pueden oscurecerse. Esto puede suceder después de la exposición al sol. Durante la pubertad y el embarazo, los lunares tienden a volverse más oscuros y más grandes, y también pueden aparecer nuevos.
Es importante recordar que los lunares pueden presentar una gran variedad de aspectos. Pueden ser de un color rosado, de un color tostado claro o marrón, e incluso azul negruzco. Pueden ser redondos u ovalados, o su forma puede ser irregular. Pueden ser planos o protuberantes, grandes o pequeños, con o sin pelos, moteados o uniformemente coloreados. Aun así, si la aparición de un lunar le preocupa o si ha cambiado de repente en cualquier sentido, debería consultar a un dermatólogo.
Signos de advertencia en un lunar: signos ABCD
El melanoma es el tipo de cáncer de piel más peligroso y deriva de los lunares. Suele presentarse como una mancha negra o marrón oscura con bordes irregulares. Para detectar precozmente un melanoma es importante examinar la piel regularmente.
Las personas de riesgo para desarrollar cáncer de piel tipo melanoma son las personas de piel blanca y que se queman fácilmente al sol, las que tienen muchos lunares, las que han padecido quemaduras solares importantes o numerosas en la infancia o adolescencia y las que tienen antecedentes familiares de melanoma.
Es muy aconsejable consultar al médico si alguno de los lunares o manchas oscuras presenta alguna de las siguientes características, sobre todo, si cambia de repente o rápidamente en el intervalo de unos meses a un año:
Asimetría: una mitad es distinta de la otra mitad.
Borde irregular: bordes aserrados mal circunscritos.
Color variable de una zona a otra: presentando tonos marrón claro y oscuro, y a veces, blanco, rojo o azul.
Diámetro grande: generalmente, mayores de 6 mm.
Recomendación general de prevención
La mayoría de los lunares causan pocos o ningún problema. Pero generalmente, un lunar puede preocupar a una persona porque sea antiestético, molesto o cambiante. Si se observa cualquier indicio de cambio, o se desea que un lunar sea eliminado por razones estéticas, consulte a un dermatólogo.