El acné es una afección de la piel que alcanza a la mayoría de los/las adolescentes, con una intensidad variable y durante un periodo mayor o menor. Sin embargo, la enfermedad no se restringe a este grupo de edad. Muchas personas adultas de más de 20 años tienen acné.
Afortunadamente, el acné se puede tratarse de varias formas. Esperar a que el acné empeore puede ser un error ya que el tratamiento médico puede mejorar su apariencia y prevenir la aparición de cicatrices.
Es importante resaltar que cuanto antes se diagnostique correctamente un acné, menor probabilidad existirá de que dañe permanentemente la piel. Es necesaria una buena exploración y determinar los aspectos importantes del tratamiento de cada persona. No se debe asumir en ningún caso que las medicinas y métodos prescritos para un conocido puedan ser adecuados para otra persona.
- Los geles o cremas con peróxido de benzoilo o con ácido retinoico, solos o combinados entre sí, ofrecen muy buenas mejorías en acnés leves a moderados. A estos productos se les puede añadir un antibiótico en crema, toallita, loción o gel.
- A menudo se prescriben antibióticos orales (por boca), del grupo de las tetraciclinas, para casos moderados o severos de acné. Se usan para reducir las bacterias del folículo que actúan sobre el sebo.
- Por otro lado, los anticonceptivos orales (estrógenos y progesterona), mejoran a veces el acné (no siempre), ya que disminuyen el tamaño de las glándulas sebáceas y por tanto la producción de sebo es menor. Sin embargo la necesidad de este tratamiento debe ser sopesada cuidadosamente.
- Desde 1982 existe una medicación oral llamada isotretinoína (conocida como “Roacutan” y otros nombres comerciales) que se utiliza en el acné quístico severo, acné que no responde a otros tratamientos o acné con tendencia a dejar cicatrices. El tratamiento es muy efectivo; sin embargo, deben conocerse sus efectos secundarios y precauciones (especialmente en el embarazo). La duración del tratamiento suele ser de unos 6 meses. Sus resultados suelen durar 2 años o más, en la mayoría de las personas. Después de éste tiempo hay quien tiene otros brotes de acné, aunque generalmente de menor intensidad. Existen pacientes que necesitan repetir el tratamiento.
- Para el maquillaje, se deben utilizar cosméticos sin grasa, formulados específicamente para personas con acné, y llamados en inglés “oil free”. Los compactos funcionan mejor que los cremosos, ya que los cremosos tienen más grasa y pueden taponar los poros.
En cualquier caso, la persona afectada no debe rascarse o apretarse las lesiones (granos de pus), ya que al hacerlo se puede producir una inflamación mayor y una mancha oscura más notoria.
Por último, es conocido que el acné mejora con el sol. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la exposición solar excesiva durante años puede dar lugar al envejecimiento prematuro de la piel y al cáncer de piel.
Fuente: Clínica Dermitek