Dra Nerea Landa. Con la llegada del sol y el calor, empieza también la época del bronceado. Y es en este momento más que nunca cuando los esfuerzos de dermatólog@s y entidades como la Academia Española de Dermatología y Venereología se multiplican para tratar de educar a las personas a cuidarse la piel de forma correcta durante el verano con el fin evitar posibles problemas. Sin embargo, estos llamamientos no siempre parecen ser efectivos entre la sociedad, que muchas veces se expone al sol de forma inadecuada y que puede ser muy perjudicial para su salud.
En los últimos años, la pregunta sobre si tomar el sol es adictivo está obteniendo una respuesta cada vez más clara para los médicos. Como dermatóloga, cada vez veo más las consecuencias que el sol tiene sobre la piel de l@s pacientes que van desde las manchas y envejecimiento prematuro hasta el cáncer de piel.
La adicción al sol existe pero existen también dos patrones bien diferenciados y que no conviene confundir. Por un lado, están los aficionados al sol, que aprovechan el verano para hacer una actividad que les gusta e, incluso, les relaja; sin embargo, cada vez se están dando más casos en los que este bronceado se desea mantener durante todo el año y en los que se da una obsesión por tener un bronceado permanente y muy oscuro. Esto último es lo que se llama adicción al sol o tanorexia.
Pero entonces, ¿nos encontramos ante un problema de salud pública?. Es evidente que los estudios apuntan a que broncearse puede llegar a ser adictivo. Sin embargo, y que a pesar de que se han realizado investigaciones al respecto, hacen falta más estudios para aumentar el conocimiento científico sobre esta posible adicción. Además el hecho de que broncearse pueda ser un comportamiento adictivo debe llamar la atención de los poderes públicos, sobre todo porque está demostrado científicamente que la exposición excesiva del sol favorece la aparición de cáncer de piel y envejecimiento cutáneo, además de otros efectos. De hecho, se estima que el 20 por ciento de los 20 millones de casos de cataratas que hay en el mundo, es debido a la radiación ultravioleta.
En este sentido la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido de que el número de casos de cáncer de piel está aumentando sobre todo en los países desarrollados y apunta a que ya uno de cada tres cánceres está relacionado con la piel. Sólo en Estados Unidos, en 2005, se detectaron 132.000 casos de melanoma maligno que provocaron 66.000 muertes, y cerca de dos millones casos de otros cánceres de piel. En España, los casos de melanoma -el cáncer de piel más agresivo- se han prácticamente duplicado en los últimos seis años, alcanzando una cifra de 3.200 casos anuales.
Dermatóloga de la clínica Dermitek.
Soy especialista en Dermatología y me formé en el Hospital de Cruces (Bizkaia) y en la Clínica Mayo (Estados Unidos) con el Dr. Richard Winkelman y el Dr. Brian Zelickson, entre otros. Soy miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología, fellow de la American Society for Laser Medicine and Surgery y soy miembro del Internacional Society of Hair Restoration Surgery.
