Dra Nerea Landa, dermatóloga. Existen muchas especies de medusas. Las más habituales en el Cantábrico y el Mediterráneo sólo causan picaduras leves. Las medusas expulsan desde sus tentáculos a una gran presión una serie de dardos o agujas que son capaces de atravesar la piel cuando, accidentalmente, una persona roza los tentáculos de la medusa. La presión a la que salen los dardos es cerca de 100 veces la de una rueda de coche y parecida a la que tiene una botella de un buceador. Una vez que los dardos atraviesan la piel, se introduce el veneno. La picadura de las medusas duele y causa un gran picor. Algunas especies pueden, incluso, llegar a provocar la muerte aunque no son propias de las costas de la península ibérica.
- Prevención: La primera medida preventiva consiste en no bañarse ante alerta de medusas y mucho, menos, tocarlas o acariciarlas. Existe en el mercado un fotoprotector de venta en farmacias asociado a una sustancia antimedusas que se ha demostrado eficaz en los estudios realizados, evitando las picaduras. Esta sustancia química actúa bloqueando la suelta de agujas o dardos por parte de la medusa. Inicialmente se estudió en Israel, el Mar Rojo y se ha comprobado en estudios científicos que evitaba la picadura en más de un 80% de las personas que lo usaban.
- Tratamiento: En primer lugar, si hay restos de tentáculos pegados a la piel, deben ser retirados con guantes y con una superficie plana como una tarjeta de crédito. Si empleamos pinzas corres el riesgo de que se rompan los restos y dejarlos dentro.
A continuación, se ha de lavar con agua salada (o suero fisiológico) el área afectada y nunca con agua dulce pues ésta rompe las células urticantes y aún picarán más. Es importante recalcar que no se debe frotar ni tocar la zona. Finalmente, se aplica una crema de corticoide entre 2 ó 3 veces al día, un antiinflamatorio para el dolor y un antihistamínico para el picor. - En los casos más graves, en los que la picadura de la medusa provoca calambres o dificultad respiratoria (especies de medusas más peligrosas, personas alérgicas o niños) es de vital importancia acudir al centro médico más cercano donde podrían utilizar corticoides intramusculares o adrenalina subcutánea. De cara a una mejor asistencia, es de gran ayuda intentar identificar o dar información sobre la medusa (morfología, color, tamaño, etc.) para realizar un tratamiento más específico.
Fuente: Clínica Dermitek
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