La sudoración excesiva o hiperhidrosis, es una afección de salud grave reconocida que es sorprendentemente más común de lo que pensamos y que afecta, sólo en España, a más de 800.000 personas según la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR). La hiperhidrosis más frecuente se desarrolla en la adolescencia o en adultos jóvenes (entre 20-25 años), y afecta tanto a hombres y mujeres por igual.
El sudor es producido para regular la temperatura corporal. Sin embargo, los/as pacietnes de hiperhidrosis producen una cantidad de sudor que supera con creces la cantidad necesaria para la regulación su temperatura. La causa subyacente de la enfermedad es incierta, pero puede tener base genética ya que dos tercios de los/as pacientes tienen antecedentes familiares que la han padecido. La afección puede incrementarse por el estrés, las emociones o el ejercicio, pero con mucha frecuencia ocurre espontáneamente.
La afección tiene un impacto enorme en la vida cotidiana de los/as pacientes que la sufre todos los días. Afecta a su elección de la ropa y sus colores, a su confianza y autoestima, incluso a los puestos de trabajo que elijen. A menudo sienten demasiada vergüenza para buscar ayuda, pero afortunadamente hay una serie de opciones de tratamiento disponibles.
Hay una serie de opciones de tratamientos disponibles:
- El cloruro de aluminio (desodorantes)
Hay desodorantes que contienen altas concentraciones de cloruro de aluminio que ayuda a taponar las glándulas sudoríparas y reducir el sudor.
- Inyección de Toxina Botulínica Tipo A
Un tratamiento mínimamente invasivo para ayudar a los/as pacientes con hiperhidrosis axilar primaria severa (sudoración excesiva de las axilas) con mala respuesta a desodorantes tópicos. La toxina botulínica tipo A se inyecta en la piel en pequeñas dosis y actúa bloqueando las señales nerviosas que regulan las glándulas sudoríparas, provocando la reducción de la cantidad de sudor producida. Los efectos duran entre 4 y 7 meses dependiendo del/la paciente.
- Estimulación Eléctrica (iontoforesis)
Consiste en colocar las manos o los pies en unas placas con de agua a través de la cual se hace pasar una corriente eléctrica débil. Se cree que la corriente provoca el taponamiento de las glándulas de sudor o induce una carga eléctrica en la glándula que interrumpe la secreción. Los afectados necesitarán aproximadamente de dos a cuatro sesiones a la semana y los síntomas deben mejorar después de entre cuatro a diez sesiones. Se necesitan tratamientos posteriores en intervalos de una a cuatro semanas, dependiendo de la gravedad de los síntomas. Son aparatos domiciliarios.
- Procedimientos quirúrgicos
Incluyendo la simpatectomía transtorácica endoscópica (ETS en inglés), considerada generalmente como último recurso, cuando otras opciones menos invasivas no proporcionan un alivio adecuado de los síntomas. La ETS se puede utilizar para tratar la sudoración excesiva de las axilas, la cara y las manos. Funciona mediante la eliminación quirúrgica de los nervios que estimulan la producción de sudor en las partes específicas del cuerpo. Pueden darse complicaciones con la cirugía, la más común es la sudoración excesiva en otras partes del cuerpo, generalmente en la espalda baja o en los muslos superiores.
- Tecnología microondas: MIRADRY
Este dispositivo, aprobado por la FDA americana en 2011, funciona administrando energía electromagnética de control preciso a la zona de las axilas para eliminar mediante calor las glándulas sudoríparas. Este procedimiento ofrece resultados duraderos, con un promedio de reducción de la sudoración del 82%. Para obtener una óptima calidad y duración de los resultados se recomiendan dos sesiones, con un intervalo de tres meses entre ellas. Cada sesión dura aproximadamente una hora y media, y se realiza de forma ambulatoria y sin dolor, bajo anestesia local, con escaso o inexistente período de recuperación.
